Patéticas cuando menos las escenas que nos llegan desde la ciudad bielorrusa de Minsk, donde una mujer se escapa por la ventanilla de un bus ya que quería ahorrase el billete del trayecto.
El mismo, sin embargo, le salió algo caro: ya que uno de los revisores, al verla de tal guisa, le arrebató el bolso que llevaba.
La lista de turno se fue así compuesta.