El padre está que se sale de contento con su hijo.
Y todo porque tiene un cuello flexible a más no poder, que le permite poner la cabeza del ‘revés’ sin irse al otro barrio.
Con la ayuda del orgulloso progenitor, el pobre demuestra su habilidad, y deja a la protagnista de ‘El exorcista’ como un aprendiz.
El hombre se encuentra detrás de su hijo y, mientras le agarra la cabeza por los lados, el niño rota el resto del cuerpo para darle un abrazo.