La joven Wang tuvo en la noche del 29 de diciembre de 2015 una horrible y lenta agonía, por despistada.
Paseaba a orillas de un río, en la ciudad china de Pingyang, chateando con su móvil, sin percatarse que se acercaba peligrosamente al filo de la acera… Así, tras dar un traspiés, cayó al agua, donde tuvo una lenta agonía, chapoteando desesperada hasta que se hunde.