Lo tranquilizan y le dan todo tipo de garantías, y el interpelado no pierde la sonrisa ni cuando nota que la sangre le corre por la espalda.
Es el periodista israelí Eitam Lachover, a quien usaron para demostrar la efectividad de un chaleco anticuchillo de la compañía FMS Enterprises mientras presentaba un informe educativo sobre el proceso de fabricación de estos elementos de protección, cada vez más comunes en Israel tras la ola de ataques con arma blanca, tuvo un desenlace inesperado y algo doloroso, publica el diario ‘The Jerusalem Post‘.
Lachover, quien decidió correr el riesgo y servir de ‘conejillo de indias’ ante las cámaras, fue apuñalado varias veces en la espalda con tan mala suerte de que en una oportunidad la hoja logró atravesar la prenda provocándole una lesión leve. El valiente periodista fue tratado inmediatamente por personal médico suministrado por la compañía fabricante, que se sintió realmente avergonzada por el inusual acontecimiento. Más tarde fue llevado a un hospital.
Frente al incidente, la compañía aseguró que «el cuchillo no penetró el chaleco. El periodista se movió durante la maniobra» y «fue apuñalado ligeramente por encima del chaleco». La empresa agregó además que su producto ha sido probado en todo el mundo y cumple con todos los estándares de calidad.