Cathleen Martin, enbarazada de 7 meses, nunca olvidará su paso por un restaurante de la cadena Applebee’s, y la escena que le viene a la mente de lo que allí sucedió se le atraganta una y otra vez. Y es que es muy difícil digerirlo: casi se traga el dedo mutilado de un cocinero algo despistado.
En diciembre de 2015 acudió junto a su marido e hijo a comer al local, ubicado en Paso Robles, una ciudad del condado de San Luis Obispo, en California (EEUU).
Según da cuenta ahora ‘The Tribune‘, pidieron prometiéndoselas muy felices una ensalada china de pollo, lugar donde apareció la falange dichosa que puede verse bajo estas líneas en todo su esplendor.
El abogado Eric Traut de Santa Anta, dijo que el gerente confirmó que la punta del dedo pertenecía a un cocinero, y ya hay entablada una demanda de tomo y lomo.
Los de Applebee’s dicen que el restaurante no puede obligar al cocinero a someterse a pruebas, aunque el mentado dice que está dispuesto a lo que sea, aunque luego le corten las orejas…