La madre superiora las hizo creer que serían deportadas si abandonaban y que sus familias las rechazarían avergonzadas
Una historia con tintes rocambolescos, y a la que ha puesto punto final la Policía de Santiago de Compostela: ha liberado a tres monjas originarias de la India que, según afirman, estaban retenidas en un convento de clausura de la ciudad en contra de su voluntad.
Fue una de las monjas, que consiguió salir del Convento de las Mercedarias de Santiago, la que acudió a la Comisaría de la Policía Nacional para denunciar que tanto ella como otras monjas estaban siendo retenidas en este lugar bajo coacciones, tal y como avanzan este martes La Voz de Galicia y El Diario.
Según han apuntado a Europa Press fuentes próximas a la investigación, los agentes se personaron en el convento este fin de semana y hablaron con otras dos religiosas que les corroboraron la versión de la primera. Las mujeres habían llegado procedentes de la India al convento compostelano hace más de una década y hacía tiempo que habían pedido abandonarlo sin conseguirlo, alegaron.
CUANDO ERAN MENORES
Las tres monjas de la India llegaron a Galicia cuando eran menores de edad y ahora se encuentran en la treintena, ya que, según las mismas fuentes consultadas, llevaban en la capital gallega unos 15 años.
Las indagaciones se centran ahora en conocer si estos hechos ocurren en realidad y en descubrir el motivo por el que dos monjas de la India con permiso de residencia y que residían en el mismo convento fueron deportadas en 2011, a pesar de tener permiso de residencia.
LAS AMENAZAS DE LA SUPERIORA
Aunque por el momento no se han producido detenciones, el Juzgado de Instrucción número 1 de Santiago investiga los hechos, que podrían ser constitutivos de delitos de detención ilegal, contra la integridad moral, amenazas y coacciones. Las mujeres han sido trasladadas a una casa de acogida y se les aplica el protocolo para víctimas de violencia de género.
Según informa El Diario, la madre superiora las hizo creer que serían deportadas si abandonaban y que sus familias las rechazarían avergonzadas. La directora, dice el mismo diario, les aseguraba que su situación en España era irregular, aunque las mujeres hace años que habían conseguido el permiso de residencia.
Según han confirmado a Europa Press fuentes jurídicas, las mujeres que fueron monjas de clausura no han presentado denuncia, por lo que el caso, que instruye Ana López Suevos y que tiene que ir a reparto judicial inminente, dependerá de la actuación de la Fiscalía para que siga adelante.