Lo ocurrido en El Volcán, una localidad del departamento Juan Martín de Pueyrredón, provincia argentina de San Luis, es de antología.
Y si no que se lo pregunten a los desconcertados familiares del joven de 23 años Miguel Ángel Heredia, que murió hace escasos días en un terrible accidente de moto.
Según da cuenta ‘Crónica‘, los mentados quedaron sorprendidos durante el entierro, cuando empezaron a escuchar golpes que provenían del interior del féretro.
PREGUNTAS
«Hablándole al cajón le dije estás bien primo, golpéame una vez si me escuchas. Y respondía al golpe. Nos empezamos a mirar entre nosotros porque no podíamos creer lo que sucedía»,
relató Federico Maidana, primo del finado.
Además contó que cuando le dijo:
«Negro si necesitás ayuda golpeame cinco veces y efectivamente respondió a los cinco golpes por lo que decidimos acudir a la Comisaría. Primero nos tomaron en broma, pero agarraron las linternas y nos acompañaron porque ya se hacía de noche».
Efectivos de la Subcomisaria 2ª de El Volcán pidieron a la Justicia la autorización para revisar dentro del ataúd. Cuando el personal de la Subcomisaria, en colaboración con la Comisaría Nº 33 de Potrero de los Funes, Criminalística, Bomberos de la Policía y Voluntarios, abrieron el cajón, pudieron comprobar junto al resto de los testigos que efectivamente el cuerpo de Heredia estaba sin vida, en estado de descomposición.
LA CAUSA
La explicación, tras averiguaciones a forenses, la dio por fin la jueza del Crimen Nº3 Virginia Palacios: los ruidos provenían de los gases emanados por la putrefacción del cadáver.