La madre de tres hijos, de 32 años de edad, se presentó en la Comisaría del distrito indio de Madhya Predesh, con el ensangrentado pene en la mano.
Dijo que era de su cuñado, que se lo había cercenado con una hoz, después de que la hubiera agredido sexualmente: «No tuve otro remedio para pararlo».
Según da cuenta ‘Times of India‘, el marido estaba trabajando a 700 kilómetros de distancia en el momento del ataque.
La Policía quiso buscar ayuda médica para el hombre pero, cuando fueron a buscarlo, se lo encontraron colgado en un árbol. El individuo se había suicidado.
La mujer ha sido acusada de intento de asesinato y el hecho será investigado.
La fémina no se arrepiente de sus acciones, ya que afirma haber actuado en defensa propia.