El vídeo circula a toda mecha por las redes sociales, y da cuenta de cómo se las gastan algunos médicos en zona de guerra, esta vez en Irak, donde un airado facultativo le suelta dos galletas a un paciente algo quejica.
Mientras le cose la pierna, la víctima de un IED, -un artefacto explosivo improvisado usado frecuentemente en la guerra no convencional o guerra asimétrica-, no para de chillar de dolor, detalle que saca de quicio al ‘buen’ doctor, que no duda en soltarle dos bofetadas al grito de «¡eres una puta, y así aprenderas de qué quejarte!».
Ni que decir tiene que el aludido no se atreve a replicarle, no vaya ser que la cosa se ponga aún peor…