Jade Yates, una madre australiana, la ha liado gorda. Contó a través de las redes sociales que hace varios meses sospechaba que su bebé era visitada todas las noches por un fantasma. Preocupada, decidió poner una cámara en la habitación de su hija para registrar cualquier movimiento anormal hasta que percibió algo que la dejó aterrada…
En su monitor, Yates creyó distinguir a dos entes, uno del tamaño de Rubí y otro más grande, que están mirando a la niña dormida en su cuna. Cuando decidió visitar el cuarto y enfrentarse a los aparentes «espectros», no encontró nada, salvo a su pequeña que sonreía como si nada hubiera pasado.
El video que después fue publicado tuvo amplia repercusión y hubo ciertos internautas que criticaron su veracidad. También hay quienes sugirieron que estas extrañas siluetas, más que fantasmas, bien pudieron ser alienígenas que habrían implantado alguna habilidad en la menor.
«El ente tiene la cabeza inclinada, mirando hacia abajo en dirección a la cara del bebé. Si un alienígena se acerca así a un bebé, es porque tiene algún tipo de interés en él. Lo que quiero decir es que puede que hayan implantado en la niña algún tipo de conocimiento o habilidad alejada de la comprensión humana»,
explicó Scott C. Waring, de UFO Sightings Daily.