El repelente niño chino de 11 años de edad se cogió una rabieta de mucho cuidado, y no se le ocurrió nada memor que cortarse un dedo. Y todo porque sus padres le reprocharon que jugaba demasiado con su móvil, según da cuenta ‘Yahoo News‘.
El incidente se produjo después de que el menor agarrara su ‘smartphone’ al despertarse por la mañana, y continuara absorto después pese a que su madre le requirió que lo dejara.
El muchacho tomó entonces un cuchillo de cocina y se cortó la parte superior del dedo índice izquierdo.
Fue trasladado a un hospital, y se desconoce aún si el dedo dañado volverá a la normalidad.