Completamente ida, y hablando por el móvil como una lela ante el pasmo de los testigos de turno. Es una joven brasileña que acaba de estrellase a 225 km/h con su BMW con su BMW bajo un puente en São Paulo.
Entre el amasijo de hierros del vehículo yace muerto su acompañante, mientras ella aparece milagrosamente ilesa.
Las personas que estaban allí en ese momento contaron que la chica estaba en un claro estado de shock, totalmente fuera de la realidad, mirando el bolso.