Maggie, la perrita más vieja del mundo, ha muerto a los 30 años. Esto supondría, en años humanos, que la Kelpie australiana habría muerto soplando 200 velas. Su dueño asegura que, hasta dos días antes de su muerte, el animal tenía un estado de salud envidiable.
Maggie, una hembra de kelpie australiano, vivía en la granja de Brian McLaren en Woolsthorpe, Reino Unido. Allí fue donde se quedó durmiendo y donde la encontró a la mañana siguiente su dueño.
McLaren aseguraba al The Weekly Times que hasta dos días antes del suceso, su perrita había estado comportandose con normalidad: «ella estaba bien la semana pasada, iba desde la lechería hasta la oficina, ladraba a los gatos y ese tipo de cosas», explicó el apenado dueño.
Ahora, según el libro Guinnes de los Récords, el perro más longevo sería para Bluey, un perro que tiene 29 años y 5 meses.