La cazaron gracias a unas cámaras de seguridad que instalaron en la cocina. No se fiaban un pelo de su díscola asistenta doméstica, y las sospechas se convirtieron en atroz certeza cuando la grabaron miccionando en el zumo que le estaba preparando a su querida jefa.
Lo vertió tras esconder el líquido elemento en un vaso de batidora mientras estaba de pie en la cocina, aprovechando su abundante ropa para pasar desapercibida.
La familia de Kuwait, que no ha querido hacer pública la identidad de la mujer a la que ya han puesto de patitas en la calle, ha querido hacer un llamamiento para que se extremen las precauciones a la hora de contratar a según quien.