Si trabajar de pie durante una jornada de ocho horas ya se hace difícil, aún es peor tenerlo que hacer subida a unos tacones. Ese es el día a día de muchas mujeres que trabajan cara al público y que son obligadas por la propia empresa a llevar esos incómodos zapatos.
Nicola Gavins, una maquilladora profesional de Alberta (Canadá) se quedó tan horrorizada después de que una amiga camarera le pasara una fotografía de sus pies tras una larga jornada de trabajo que decidió publicarla en Facebook. En el mensaje que acompaña a la fotografía, contaba que las mujeres de ese restaurante solo pueden evitar llevar zapatos si hay alguna razón médica.
«Los pies de mi amiga estaban sangrando de tal forma que incluso perdió una uña y su jefe rechazó la idea de que fuera el día siguiente en zapato plano»
cuenta Gavins.
Además, las camareras de este restaurante están obligadas a comprarse (con su propio sueldo) un uniforme que cuesta 30 dólares mientras que a los hombres les basta con llevar cualquier tipo de ropa negra.
Este mensaje, que se ha hecho viral, ha provocado que la cadena de restaurantes para la que trabaja la amiga de Gavins hiciera público un mensaje en el que negaban que esto fuera verdadero. Aun así, la maquilladora actualizó su publicación y aseguró que había preguntado a varios trabajadores corroboraban este hecho.