Los pillaron unos vecinos en la casa que tenían alquilada practicando sexo a todo meter, y el castigo público, en plena calle, no se hizo esperar.
Sucedió en las afueras de la localidad keniata de Eldoret, donde fueron golpeados con ramas de árbol hasta que se les saltaron las carnes.
De nada sirvieron las súplicas de los estudiantes de secundaria, -cuatro chicos y una chica- quienes vivían juntos en una habitación alquilada.
Por si fuera poco, fueron detenidos por la Policía, a quienes entregaron los furibundos de turno.