Parece de chiste, pero nada más lejos de la realidad. Y si no que se lo cuenten a un actor porno, que a estas alturas debe estar aún corriendo del susto.
Y es que un grupo de amantes de lo paranormal, autodenominados como cazafantasmas, acudió al cementerio parroquial de la localidad inglesa de Kingston-upon-Hill, dispuesto a poner en evidencia al espectro de turno.
Querían grabar psicofonías, ya que corría el rumor de que el lugar estaba encantado, y nada más llegar escucharon unos extraños gemidos que les hicieron frotarse las manos prometiéndoselas muy felices.
A TODO METER
Según da cuenta ‘Hull Daily Mail‘, cuando llegaron al lugar de donde provenían descubrieron que no tenían nada que ver con el otro mundo.
En realidad, descubrieron el rodaje de una película porno. En ella participaban la pareja de protagonistas, más dos personas que grababan las imágenes.
Uno de los cazafantasmas, Mike Covell, dijo al diario que los que estaban tras las cámaras no se dieron cuenta de su presencia, y que fue la actriz la primera que los vio:
«Cuando nos vio, empujó al chico para que parara, y éste salió corriendo».