No la han matado de puro milagro. La anciana viajaba con su marido en un taxi por las calles de Birmingham, este 25 de mayo de 2016, cuando un ladrillo entró por la ventana alcanzándole a ambos, con tan mala fortuna que impactó en la cabeza de la pobre mujer.
El hombre, tras sacudirse los cristales de la ventanilla, por donde había entrado el pedrusco por obra y gracia de unos gamberros, se percató de las graves heridas de su esposa, que perdió el conocimiento tras gritar despavorida presa del pánico.
Según da cuenta ‘Daily Mail‘, fue traslada a un hospital, donde le apreciaron una grave fracura de cráneo y hematomas en la cara.
La Policía de West Midlands está llevando a cabo una investigación para encontrar a los culpables, que al parecer lanzaron esa noche otros ladrillos a más coches en la misma zona.