Cuando Stacey Wehrman Feeley se encontró a su hija subida a la taza del váter, creyó que la pequeña estaba bromeando y sacó una fotografía del momento. Se disponía a pasarsela a su padre, pero se le quitaron las ganas cuando su hija le contó que estaba practicando lo último que le habían enseñado en la guarderia: cómo esconderse en el cuarto de baño si entra un tirador.
Alarmada, Wehrman ha publicado esta fotografía en su Facebook, a modo de llamamiento para que los políticos prohiban la posesión de armas, asegurando que ésta no es la manera de aumentar el control sobre la criminalidad sino todo lo contrario.