Las insólitas escenas nos llegan desde Camaçari, municipio brasileño de Bahia, donde una vecina entrada en carnes decidió en las últimas horas comprar una cama en una de las tiendas del lugar.
No contenta con probar las bondades del colchón sentándose como cualquier cliente que se precie, la mujer se desnuda y se mete en la misma haciendo gestos harto obscenos, mientras la escandalizada dueña del comercio llama por teléfono a la Policía explicado con todo detalle el despropósito.
La animosa brasileña saca la lengua mientras tanto y se toca sus partes pudendas, quizás para comprobar si el catre reúne los requisitos necesarios para dar más tarde rienda suelta a su apetencias sexuales.
Varios agentes se llevaron en volandas a la loca de turno rumbo a la Comisaría, antes de que aclarase si iba a realizar la compra.