Michel Barrow manifestó dolor en el abdomen durante su cita con el ginecólogo. Después de un examen, el médico extrajo una bola de más de 5 centímetros de pelo de gato que se encontraba enredada entre las cuerdas de la bobina del dispositivo intrauterino. La mujer, amante de los felinos, cuenta que dejó dormir a su mascota durante años entre sus sábanas.
Sufría dolor en el área abdominal, pero pensó que podría deberse al DIU. No obstante, durante la cita con su ginecólogo este sospechó que podría tratarse de quistes en los ovarios. Por ello, decidió examinarla, según publica el dailymail.co.uk.
Tras el examen, el médico extrajo la bola de 5 centímetros que se encontraba enredada en su DIU y que Barrow pronto identificó con el pelo de su gato. Horrorizada, culpa a las sábanas.
«Mi teoría es que las sábanas son los culpables: no suelo cambiarlas todos los días», cuenta. Además, añade que posiblemente podrían haber acabado allí fruto de ello y de las relaciones sexuales que mantiene en esa misma cama con su pareja.