Se llama Austin Harrouff, tiene 19 años y, según sus vecinos y padres, es un hijo ejemplar volcado en sus estudios que jamás había tenido problema alguno. Pero este 15 de agosto de 2016, tras una agradable cena con sus progenitores en un restaurante del sur de florida, EEUU, se levantó de la mesa y corrió hasta el garaje en Tequesta -condado de Palm Beach- de John Joseph Stevens, de 59 años, y de Michelle Mishcon, de 53, matrimonio a quienes mató a cuchilladas antes de empezar a devorar con saña sus rostros. (La ‘flakka’ llega a España y elige Magaluf para liarla gorda: dos ‘zombis’ casi mueren).
@MartinFLSheriff release pic of victims John Stevens & Michelle Mishcon @CBS12 pic.twitter.com/ARTf5XJPmQ
— Yaremi Farinas (@YaremiNEWS) 16 de agosto de 2016
El joven, que había tomado la terrible droga ‘flakka’ -que vuelve zombies a sus usuarios-, fue detenido en el lugar del suceso por la Policía, que se las vio y deseó para reducirle.
Según el alguacil del Condado Martin, William Snyderon, fueron necesarios cuatro policías, quienes le aplicaron tres descargas táser sin éxito: gemía como un animal y tenía una fuerza descomunal. ([Vídeos] Los mortíferos efectos de la droga ‘flakka’, cuyo coste es similar al de una hamburguesa).
El estudiante de la Universidad Estatal de Florida, se encontraba con compañeros de fraternidad de visita en Júpiter, en el sureste del citado estado. En el ataque intervino un vecino, quien trató sin éxito de ayudar a las víctimas, y que resultó herido grave al ser apuñalado en la espalda y el cuello.
El Alguacil dijo que un primer examen toxicológico a Harrouff no había dado positivo en cocaína, marihuana o anfetaminas.
El caso hizo recordar el del llamado «Cánibal de Miami» ocurrido en mayo de 2012, cuando Ruby Eugene, de 31 años, un afroamericano ex presidiario, arrancó con sus dientes el 75 por ciento de la cara de Ronald Poppo, de 65 años, un indigente que sobrevivió a la agresión.
Austin Harrouff