El escenario de tan insólito suceso es la ciudad de Liuzhou, en China, y el protagonista un joven de 18 años que no pudo esperar a la noche de bodas y que por sus fantasías sexuales casi se queda sin miembro viril.
Y es que decidió enroscárselo en el pene para dar rienda suelta a sus impulsos, lejos de la mirada de su querida novia, con tan mala fortuna que se le quedó atascado. De tal guisa se pasó dos largos días encerrado en su casa aullando de dolor, aunque al final decidió dejar su dignidad de lado y acudir presuroso al hospital más cercano.
Allí, en vista del desaguisado, los médicos decieron avisar a los bomberos, quienes tardaron hora y media en liberarle con ayuda de unos enormes alicates.