Sin perder los papeles, y menos dar un paso en falso. Con tranquilidad y elegancia, aunque al final lance unos cuantos gritos.
Lo ve venir y lo espera al quite con temple, hasa que se saca una chancla y acojona al cocodrilo, que sale por ‘patas’. Es una mujer que paseaba con su perrillo por la orilla del Río de Cocodrilos del Oriente, en el Territorio del Norte en Australia.
Se quita la sandalia y espera a que el cocodrilo se sintiera confiado para atacar. Entonces, la azota contra la palma de su mano. Todo un lance.