Un castigo en toda regla, merecido para algunos y desproporcionado para otros.
La madre se enteró de que su díscola hija le hacía ‘bullying‘ a una compañera de colegio que padecía cáncer y que se estaba sometiendo a quimioterapia, y por eso decidió raparla al cero para que no vuelva en su vida a reírse de alguien que padece una enfermedad.
La mayoría de usuarios comenta que la madre ha actuado de manera inapropiada puesto que es un castigo que ha ido demasiado lejos.
Otros sugieren que los padres tienen que dejar la humillación de sus hijos en Internet.