Brryan Jackson ahora tiene 25 años, pero su infancia ha sido una pesadilla. Su padre negó la paternidad y la pareja se divorció pocos meses después de su nacimiento.
Al no aceptar la paternidad se dedicó a maltratar al niño que era Brryan y a su madre. Cuando el pequeño tenía 11 meses fue ingresado por un ataque de asma y este padre, le inyectó el virus del sida, que el hombre robó del laboratorio donde trabajaba.
Cuando el niño fue dado de alta comenzó a tener problemas de salud y después de numerosas pruebas médicas los médicos le detectaron el virus del VIH. Le avisaron a su madre que tenía pocos meses de vida, pero Brryan Jackson sobrevivió a todo, al sida y al desamor de su padre, al que ya ha perdonado, según la historia que publica The Independent.
El niño tuvo que comenzar un tratamiento que lo obligaba a tomar una veintena de pastillas. Así asistió a la escuela con las dificultades de tener una enfermedad sobre la que pesaban en los años 90 tantas sombras y prejuicios.
Sufrió acoso escolar por ello en los centros escolares que lo aceptaban en sus aulas. Lo peor fue cuando a los 10 años se enteró que estaba enfermo, porque su padre lo infectó.
A pesar de todo, Brryan Jackson ha superado la enfermedad y también el rencor hacia su padre. Da conferencias por el mundo para motivar a personas con dificultades.
Jackson ha contado a la Corte de Misuri todo esto para que su padre permanezca en prisión tanto tiempo como sea posible, algo que muy pocos pensaban que él pudiera hacer.