Un niño de cuatro años de Reino Unido ha fallecido en un accidente horrible después de que su capucha se enganchase en el pomo de una puerta mientras jugaba en casa.
Maison Hirstle quedó inconsciente colgando del manillar de la puerta hasta que su hermano mayor le encontró y avisó a su padre, quien empezó a practicar las maniobras de reanimación.
Los servicios de emergencias trasladaron al niño al hospital para intentar salvarle la vida, pero Maison había sufrido daños irreparables en su cerebro debido a la falta de oxígeno. Los médicos comunicaron a la familia que no pudieron hacer nada por él y que podían pasar a despedirse de Maison.
Según publica el diario británico Mirror, ha creado una campaña de ayuda en Just Giving para recaudar los gastos de la lápida del pequeño y sólo un día después del lanzamiento de la página, ya suman más de 5.000 euros.
«Maison era un niño pequeño feliz que no merecía estar de su familia así que por favor ayuden a recaudar lo suficiente para que descanse como el superhéroe que es»,
escribe la familia en la descripción de la campaña.