No vio el poste de electricidad. Fue solo un segundo de descuido, mientras arriesgaba su vida en un absurdo juego en un vagón de tren.
El joven, que murió en el acto, se había colgado sobre los raíles con medio cuerpo fuera, mientras dos amigos le reían la gracia. Uno filmaba y el otro lo miraba atentamente.
Las risas se tornaron en gritos de terror. Sucedió en la ciudad india de Bombay.