Se llama Emily Sears, y la consideran la reina mundial del fitness. En sus redes sociales cuenta con miles de fanáticos, que enaltecen su figura y aguardan por saber algunos de sus tips a la hora de entrenar.
Sin embargo, su fama le causó varios disgustos a la australiana, debido a que varios de sus seguidores tienen una mala costumbre: acosarla enviándola fotos de sus penes.
Cansada de este acoso constante, fraguó su venganza. Así, investigó a cada uno de sus acosadores en Instagram y, una vez que los identificó, se puso en contacto con sus respectivas parejas para contarles lo acontecido y reenviarle las imágenes que recibía.