Un drama de altura, con algún lugar de Estados Unidos de fondo. Alguien le hizo una llamada telefónica a mala leche, y le dijo sin preámbulos que su mujer le estaba engañando. Y el mosqueado marido se puso manos a la obra, aunque no daba crédito dado que era muy pudorosa y algo cursi. Al principio decidió seguirla a pie, pero por temor a ser descubierto y tras una infructuosa primera incursión ojo avizor, tuvo otra brillante idea: la espiaría con ayuda de un dron. Y los resultados… le han hundido.
El tipo, que se presenta como YAOG en el vídeo que él mismo subió a YouTube, explica con rabia contenida, -al principio-, los resultados de sus pesquisas:
Todo empieza cuando la aparentemente pudorosa esposa sale de la oficina. La cámara capta enseguida algo extraño. En vez de girar por la esquina habitual, enfila por otro camino y empieza a arreglarse el pelo.
«¿Tienes que ponerte guapa para encontrarte con el tipo con el que engañas a tu marido, no? Sí, asegúrate de tener bonito el cabello. ¡Se está poniendo linda para ese hijo de puta!»,
grita ya cabreado el cornudo, mientras se suceden las imágenes captadas por el maldito artefacto volador.
Finalmente, la mujer entra en un aparcamiento de la cadena de farmacias CVS, donde aparece su amante conduciendo una camioneta. Ella se acerca a la puerta del conductor, lo saluda, y luego se sienta en el lugar del acompañante.
«Si miran atentamente, podrán ver cómo 18 años de matrimonio se van por la alcantarilla. ¡Miren! ¡Bum! 18 años perdidos. ¡18 malditos años perdidos!»,
repite el devastado esposo.
«Teníamos un buen matrimonio. Eso es lo que pensaba. Aparentemente no era así. 18 años…»