Sarah Hicks fue acosada desde el colegio por sobrepeso, pero el punto de inflexión en su vida lo marcó su novio, quien deseaba que tuviese el cuerpo de una actriz porno. Hicks, bombardeada con comentarios durante toda su vida, se esforzó por satisfacer a su pareja hasta llegar a perder 36 kilos y poner en riesgo su vida.
Esta australiana de Melbourne cuenta que cuando iba al colegio pesaba 78 kilogramos y que incluso su padre hacía comentarios al respecto, según publica dailymail.co.uk. En 2013, a los 20 años, bajó hasta los 42, un cambio que consiguió dejando de comer y con un exceso de ejercicio. Una «tortura», cuenta.
Por ello, ingresó en el hospital hasta que recuperó algunos kilos. No obstante, aunque se recuperó de esa delgadez extrema y admite que ya no sufre anorexia, cuenta que esto le ha dejado secuelas. «Tengo dolor en el pecho, problemas de estómago y lucho para sentarme en una silla», expresa al mismo diario.
Tres años después y con un peso saludable, aconseja a todas las mujeres y hombres que no creen que son suficientemente buenos que «se rodeen de gente que les acepten tal y como son».