Poco se puede decir de las imágenes que acompañan a estas líneas. Es un visto y no visto de lo más lamentable, habida cuenta de que los dos testigos de la faena callejera son dos escolares chinos, que se quedan atónitos.
Sucedió durante las últimas horas a las puertas de un hotel en una ciudad china. Al parecer, la calentorra pareja no tuvo tiempo siquiera de registrarse, o quizá no tenía un céntimo para encontrar un lugar más apropiado. Quién sabe.