Con mucha cara y no poca simpatía. Así logró un joven ruso que una compatriota le enseñara sus tetas sin perder la sonrisa, y sin decirle una palabra. Y todo en un minuto.
Sucedió cuando se conectó a la página web ‘Chatroulette’, que permite interactuar con personas de todo el mundo elegidas al azar a través de mensajes, cámara y micrófono, pudiendo en cualquier momento abandonar la conversación para empezar otra con un participante diferente.
Hay quienes no se han cortado al pedir a la otra persona cosas muy peculiares, y algunas pueden estar dispuestas a ello…