Seth Johnson, un niño de 7 años, falleció como consecuencia de una pancreatitis. El pequeño llevaba varias semanas enfermo. Sin embargo, sus padres no le llevaron al hospital argumentando que tenían » problemas con los médicos», según informa ‘Independent‘.
A pesar de la enfermedad que padecía, el pequeño fue dejado con su hermano de 16 años durante el fin de semana que murió. Sus padres habían abandonado la ciudad unos días para asistir a una boda.
Cuando su hijo mayor los llamó alertándolos del preocupante estado de Seth, el matrimonio regresó a casa. Al llegar, decidieron rezar por su salud en vez de llevarlo al hospital. Finalmente, Seth falleció.
Ambos progenitores han sido acusados de negligencia y deberán comparecer en los juzgados de Minessota este mes. Además, la policía afirma que el pequeño había sido diagnosticado con alcoholismo fetal y trastorno reactivo.