A sus 90 años, se convirtió en la primera monarca británica en cumplir el jubileo de zafiro

Los 8 hábitos que explican la longevidad de la reina Isabel II

Y su estado de salud es envidiable

Los 8 hábitos que explican la longevidad de la reina Isabel II
La Reina Isabel II de Inglaterra celebra su 90 cumpleaños. Y es la soberana más longeva del mundo BBC

La reina Isabel II de Inglaterra, de 90 años, se convirtió este lunes en la primera monarca británica en cumplir el jubileo de zafiro.

Y su estado de salud es envidiable.

El año 2015, por ejemplo, le permitió cumplir con 306 compromisos en Reino Unido y 35 en el extranjero.

¿Qué podemos aprender sobre la longevidad y el buen estado de salud de la monarca británica?

1. Buenos genes

La madre de la reina Isabel II, Isabel Bowes-Lyon de Inglaterra, vivió más de 100 años.

La reina puede dar las gracias a su madre, que vivió 101 años, por haberle transmitido buenos genes.

Según Sarah Harper, del Instituto Oxford de Envejecimiento de la Población, la mitad de las posibilidades de tener una vida longeva nos vienen dictadas desde el nacimiento.

«Si tus padres y abuelos llegaron a los 80 y los 90 años tienes más opciones de haber heredado buenos genes», le contó Harper a la BBC.

«Es más probable que tengas un fuerte sistema inmune y tienes menos posibilidades de desarrollar enfermedades crónicas graves, como cáncer o trastornos cardiovasculares».

El padre de la reina, Jorge VI, murió a los 57 años, pero su abuelo paterno, Jorge V, murió a los 70. Ambos fallecieron por enfermedades relacionadas con el tabaquismo.

Su abuela paterna vivió hasta los 85, y su abuelo y abuela maternos hasta los 89 y los 75, respectivamente.

2. Ni fuma, ni bebe en exceso

Nunca fumó y apenas bebe alcohol.

La mitad de las personas que fuman a largo plazo mueren prematuramente, con una pérdida promedio de 10 años de vida.

La reina nunca fumó ni sintió la tentación de hacerlo, explica su ex secretario de prensa, Dickie Arbiter.

«La gente fumaba mucho cuando la reina era joven, pero fue algo que a ella nunca le llamó la atención».

La reina tampoco bebe mucho: «Es muy raro verla tomando más de una unidad (de alcohol)», dice Arbiter.

Según el servicio de salud pública británico (NHS, por sus siglas en inglés), la cantidad máxima recomendable a la semana no debería exceder las 14 unidades, distribuidas al menos en tres días.

3. Dieta saludable

«La norma es nada de almidón: ni patatas, ni arroz, ni pasta para cenar», dice Darren McGrady, quien fue chef personal de la monarca.

De acuerdo con McGrady, Isabel II se preocupa por su figura y prefiere platos sencillos, como pollo con ensalada.

Ni la reina ni su esposo, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, tienen fama de comer en exceso, dice la historiadora Kate Williams.

La obesidad reduce la esperanza de vida entre tres y 10 años y es un factor de riesgo para enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares, diabetes y algunos tipos de cáncer.

4. Matrimonio

Isabel II y el Felipe de Edimburgo llevan 68 años casados.

Existe evidencia científica que demuestra que el matrimonio tiene efectos positivos para la salud.

Investigadores del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York (NYU, por sus siglas en inglés), encontraron que el matrimonio reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares en un 5%, siempre y cuando no haya «tensiones».

Isabel II y su esposo (cinco años mayor que ella) llevan 68 años casados.

En 2012, la reina rindió homenaje a su marido durante las celebraciones del Jubileo de Diamante, refiriéndose a él como «fuerza constante y guía».

«Solo ha habido un hombre en su vida, y ese es Felipe», dice Arbiter.

5. Ejercicio y descanso

La reina practica equitación una o dos veces por semana.

La reina «monta a caballo una o dos veces por semana y camina durante el día. Si no tiene tiempo para sacar a pasear a los perros por la mañana, lo hace por la tarde», explica Arbiter.

«No se pasa el día sentada en un escritorio. Durante una ceremonia de investidura permanece de pie hasta 90 minutos».

Harper dice que el mejor ejercicio es la actividad constante, en lugar de pasar media hora haciendo una rutina de ejercicio, como correr en una cinta de gimnasio.

Además, se cuida de dormir bien.

«Duerme unas siete horas cada noche y se despierta todos los días a las 7:30 de la mañana», explica Arbiter.

Efectivamente, dormir poco o demasiado también repercute en los años de vida.

Según un estudio de la Universidad de Warwick, en Reino Unido, quienes duermen menos de seis horas o más de nueve diarias tienen más posibilidades de morir prematuramente.

6. Poco estrés

El estrés puede quitarnos años de vida.

Según una investigación publicada en la British Medical Journal (Revista Médica Británica), el estrés, aún a niveles bajos, aumenta las posibilidades de ataque al corazón y accidentes cerebrovasculares en un 20%.

«No creo que la reina sufra estrés. Puede enfadarse si algo sale mal, pero como la mayoría de las veces no depende de ella, no tiene sentido estresarse», dice Arbiter.

Tal y como explica Harper, cuanto más control tengas sobre tu vida, más probabilidades tendrás de vivir muchos años.

«La reina es un caso interesante, porque hay algunos aspectos de su vida que no dependen de ella, pero controla todas las areas en las que sí puede tomar decisiones», dice Harper.

7. Actividad mental

Recibe a diario la correspondencia en su caja roja.

Como jefe de estado en Reino Unido y de otros 15 países de la Commonwealth la reina tiene muchas cosas que ocupan su mente.

«Recibe documentos gubernamentales de países de todo el mundo. Lee y escribe su correspondencia, se prepara para audiencias y conversa con todo tipo de gente», dice Arbiter.

Un estudio del Centro Médico Rush, en Chicago (EE.UU.), mostró que la estimulación mental está relacionada con una tasa menor de deterioro cognitivo, aunque se necesitan más invesigaciones al respecto.

8. Fe y solidaridad

La creencia religiosa está relacionada con una vida más longeva.

La reina lleva el título oficial de Defensora de la Fe en Reino Unido y se considera que es una cristiana comprometida.

En el prólogo del libro The Servant Queen and the King She Serves («La reina servidora y el rey al que sirve»), publicado con motivo de su 90 cumpleaños, escribió que siente «muy agradecida a Dios por su gran amor».

La creencia religiosa está vinculada a una vida longeva, aunque no se sabe a ciencia cierta cuál es la conexión; podría tratarse del apoyo de la comunidad o de que nos hace sentirnos más optimistas.

La monarca británica preside más de 600 ONG, como el Centro de Investigación del Cáncer de Reino Unido o la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (RSPCA, por sus siglas en inglés).

La Charities Aid Foundation reveló que en 2012 la reina ayudó a recaudar £1.400 millones (más de US$2.000 millones) en causas benéficas.

Lo que llevaría a sus simpatizantes a decir que ayudar a los demás es otro factor a su favor: se cree que está relacionado con una vida más larga y reduce los niveles de depresión.

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