Zheng Jiajia, un ingeniero chino experto en inteligencia artificial, se ha casado con una mujer-robot construida por él mismo, en una ceremonia a la que asistió su madre, amigos y compañeros de universidad.
El matrimonio no tiene valor legal, ya que las nupcias entre y androides por ahora no están contempladas en la legislación china, aunque no por ello la ceremonia fue menos pomposa, con banquete, regalos y el velo rojo sobre el rostro de la novia típico de las bodas tradicionales de esta cultura oriental.
Zheng, que no tenía novia desde hace años, optó por fabricarse su propia esposa después de que su familia y amigos llevaran tiempo presionándole para que se casara, según contó a la prensa.
Yingying es capaz de hablar mediante una conexión a un ordenador con textos y archivos de audio almacenados, también puede reconocer fotografías y objetos, y aún no está programada para caminar, aunque su esposo y desarrollador afirmó que está trabajando en ello.
El joven Zheng, que trabajó unos años en la multinacional tecnológica Huawei pero en 2014 abrió su propia compañía, aseguró que piensa vivir con Yingying hasta que la muerte -o los problemas de batería- les separe