Un joven de 15 años de Hertfordshire, en Inglaterra, se quita la vida después de que sus padres le confiscaran sus dispositivos electrónicos para que no se fuese tan tarde a la cama. Ceri Sheehan dijo a sus padres que necesitaba su iPad pero sus padres se lo negaron.
Fue el padre del joven quien, a la mañana siguiente, encontró el cuerpo sin vida de su hijo en el jardín. Los padres aseguraron a las autoridades que no notaron nada raro, cuentan que le quitaron el iPad para conseguir que se fuera antes a dormir.
«Fui a su habitación para ver si ya se había ido y su cama estaba vacía, así que pensé que había ido», cuenta el padre. Al ver que no se encontraba en ninguna habitación de la casa, salió a buscarle. «Salí y vi a Ceri colgando en el jardín», confiesa.
Según informa el diario ‘Daily Mail‘, la autopsia determinó que Ceri murió por asfixia. La policía examinó su móvil y su ordenador, y encontraron que había estado hablando con un amigo suyo la noche anterior. Además, según confirman fuentes de la investigación, el joven sufría una grave depresión y había intentado suicidarse anteriormente con una masiva ingesta de pastillas.
Todo esto ocurrió el pasado 11 de junio pero hasta ahora los padres no han querido contar su historia.