Marie Robinson, de 45 años, vecina de Waterlooville, Inglaterra, perdió a Jack, uno de sus hijos, en abril de 2014.
El sábado 8 de abril de 2017 se cumplían 3 años de la muerte del niño, que falleció víctima de un tumor maligno, por lo cual la mujer fue a visitar su tumba, como hizo cada año.
Allí, sentada sobre el pasto, Robinson le rogó al pequeño: «Jack, por favor, dale a mami una señal». Según informa el diario The Mirror, un pajarito comenzó a volar cerca de ella y se posó en su mano.
Por un instante, el ave se quedó «consolando» a la devastada madre, que no paraba de llorar. La mujer aseguró que sintió la presencia de su hijo.