Asegurado que sus vidas no corren peligro, e intentan poner en marcha una perfumería

La familia de refugiados sirios que se ha vuelto al infierno de Alepo… porque no le gusta Argentina

Llegaron gracias a un programa de acogida del gobierno, y forman parte del documental 'Aryentin'

La familia de refugiados sirios que se ha vuelto al infierno de Alepo... porque no le gusta Argentina

Mejor en Alepo que en Argentina. Esta es la conclusión a la que ha llegado una familia de refugiados sirios que huyó de la guerra para iniciar una nueva vida en un pueblo de Argentina pero que después de cuatro meses no consiguieron adaptarse y decidieron regresar al que consideran su hogar. Ya están allí y han asegurado que sus vidas no corren peligro.

Sin trabajo y con dificultades para aprender el idioma. Este es el resumen de las escasas 16 semanas que han pasado en Pilar, un pueblo cercano a Córdoba. Esta familia llegó a Argentina gracias a un programa de acogida del gobierno y forman parte del documental Aryentin, que cuenta el periplo de seis familias que han llegado al país huyendo de la guerra.

«Me quiero volver a Alepo, no puedo más, echo de menos demasiadas cosas», fueron las duras palabras de Taufiq Touma, un sirio de 40 años, hace unas semanas. Su mujer de 29 años y sus dos hijas de 13 y 10 años estaban de acuerdo. Ahora ya están en su hogar y han comunicado a sus contactos de Argentina que están bien, aunque tienen problemas con la electricidad y el agua corriente debido a los estragos de la guerra.

«Pensamos que la vida aquí sería más barata y que nuestras hijas tendrían futuro, pero no lo vemos ahora», dijo Taufiq Touma en una entrevista con La Voz. Este padre de familia ha tenido dificultades para encontrar un trabajo en Argentina debido a que, tras una explosión en Alepo, sufrió una lesión de espalda con la que perdió movilidad y fuerza.

Problemas con el idioma

Otro de los problemas que no han podido resolver ha sido la barrera del idioma, pese a que se encontraban en un programa de español para refugiados sirios impartido por la Facultad de Lenguas, según da cuenta ‘El Economista‘. Las niñas sí han consiguieron superar esta barrera gracias a un programa inclusivo de estudios que emprendió su escuela para su adaptación.

Los refugiados aseguraron tener la documentación en regla para volver a ingresar en Siria, y han explicado que si han sobrevivido estos meses ha sido gracias a un vecino, que se ocupó de sus gastos. «No queremos ser una carga en Argentina», ha lamentado Touma.

Además, según cuentan, sufrieron un robo que agravó su situación. La decisión la tomaron después de estudiar la situación de Alepo: «Está más tranquila que cuando nos fuimos. Es más sencillo trabajar».

La familia regentaba una perfumería en Alepo. Una vez allí, han asegurado que la tienda sigue en pie y que está empezando a ponerla en funcionamiento. Han intentado tranquilizar a sus contactos, diciendo que no corren peligro, aunque carecen de electricidad y agua corriente. Pero ahora están felices porque están en casa.

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