Quiso pasar desapercibida poniendo pies en polvorosa, e hizo un ridículo espantoso.
Cuando se encontraba copulando con su amante, la mujer escuchó cómo se abría la cerradura de la puerta y sonaba una voz femenina… ¡era la esposa de su querido, que regresaba a casa sin avisar!.
Así, sin pensárselo dos veces, salió por la ventana del dormitorio con el ánimo de darse a la fuga, con tan mala fortuna que tropezó y se quedó colgando de unos cables eléctricos que atravesaban la fachada, como una rana, y ante el cachondeo de los vecinos.
Al cabo de 20 bochornosos minutos de esa guisa, fue rescatada por los bomberos. Ocurrió, cómo no, en China.