Dos fotografías dejan en evidencia a las autoridades por "ejecución extrajudicial"
La muerte Nefertiti y Grecia Camacho, dos hermanas de 16 y 14 años de edad, a manos de la Secretaria de Seguridad Pública (SSP) ha levantado la indignación de la ciudad de Veracruz.
La familia de las dos niñas denuncia que ambas se dirigían a ver una película y acusan a la policía estatal de realizar una ejecución extrajudicial.
Por su parte, el Gobierno de la ciudad defiende que ambas víctimas pertenecían a una banda criminal y afirma que realizaban «actividades alejadas de la vida normal».
Durante el tiroteo que acabó con la vida de las dos chicas, también falleció un tercer joven.
La muerte de las dos adolecentes ha causado indignación entre la población de Veracruz, acostumbrados ya a los enfrentamientos entre policía y civiles.
Dos fotografías publicadas por los medios han levantado la polémica en torno a la matanza. En una de ellas se ve a una de las chicas sentada, de forma cabizbaja, a los pies de un agente, que parece tener la situación bajo control.
La segunda imagen muestra a la misma joven en el suelo, muerta y rodeada de sangre tras recibir un disparo.
La familia ha comunicado que tanto Nefertiti y Grecia solo iban al cine a ver una película y denuncian que las chicas fueron «ejecutadas» a manos de la SSP.
Según los testigos presenciales, ambas chicas intentaron explicar a los agentes que solo pasaban por allí y que no tenían ninguna relación con los hechos, pero los policías decidieron terminar con su vida por razones que aún se desconocen.
El Gobierno defiende el trabajo de la SSP
El Gobierno del estado ha rechazado las acusaciones, alegando que ambas chicas estaban vinculadas con grupos criminales y que las fuerzas de seguridad tienen orden de ser «implacables con los delincuentes».
El Gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, se ha limitado a calificar a las víctimas del tiroteo como «integrantes de la banda del Chachorro» y ha acusado a los medios de «manipular las fotografías».
Según las investigaciones realizadas por la Fiscalía, los tres fallecidos pertenecían a un grupo del crimen organizado y fueron precisamente ellos los que iniciaron el enfrentamiento armado con la policía, tras una persecución que se inició por no obedecer la indicación de alto por parte de los agentes.
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