Peter Knoll vivió una vida de lujo excepcional y un ocio extraordinario. Una vez compró un Aston Martin de 290.000 dólares por capricho. Coleccionó relojes de oro que valían casi tanto.
Este hijo de un magnate de los muebles al parecer no trabajó un día en su vida. Pero todo ese privilegio no podía protegerlo de un destino trágico: Knoll murió congelado en su casa de varios millones de dólares en el Upper East Side de Nueva York este invierno, según informa Daily News.
La causa oficial de su muerte fue hipotermia. La policía encontró a Knoll en la cama en su casa sin calefacción en el 78 de Central Park. La historia de la muerte improbable de Knoll es enredada y complicada, pero en esencia revela la vulnerabilidad de alguien mayor, enfermo y aislado. Vivía solo, sus tres hijos eran mayores y residían en Florida y, además, estaba disminuido por las enfermedades, en particular la diabetes.
La falta de calefacción en su casa de cinco pisos era algo de lo que nunca hablaba con su pequeño círculo de amigos y conocidos, pero no era un secreto para todos.
En 2013 contrató a un fontanero para arreglar la calefacción. La reparación se llevó a cabo pero la compañía rechazó volver a conectar el gas por «problemas de seguridad». Knoll nunca insistió ni resolvió el problema.
Se había vuelto «excéntrico» y «complicado» según sus amigos. Pasaba las noches de invierno en casa de amigos, y los días en los museos cercanos a su casa. Compró calentadores eléctricos. Cuando el clima mejoraba, se pasaba el día en Central Park, alimentando las palomas.
Este invierno, la primera semana de enero fue la más fría en décadas en Nueva York. Hasta el 7, el promedio fue de 8 grados bajo cero, rompiendo la anterior marca de 6 grados bajo cero en 1981. El 8 de enero fue encontrado Knoll.
Los residentes mayores y enfermos que viven en edificios de apartamentos tienen un grupo de vecinos en los que pueden confiar cuando surgen problemas de calefacción, y agencias de la ciudad como el Departamento de Preservación y Desarrollo de Vivienda de Nueva York que pueden ayudar en estos casos, según informa Daily News.
«Cuando estás frágil, vives solo en una casa privada, no tienes a nadie que te controle y no tienes acceso a los servicios, es un desastre que está por ocurrir», explica Shyvonne Noboa de Sunnyside Community Services en Queens.