Un desastre humanitario.
«El USNS Comfort cuenta con los equipos necesarios para ayudar al sistema sanitario de Colombia», explicó el portavoz del Pentágono, el coronel Robert Manning.
Las autoridades sanitarias colombianas se encuentran desbordadas a causa de la llegada masiva de venezolanos de la grave crisis que sufre su país.
El pasado viernes, poco después de que el nuevo presidente colombiano, Iván Duque, recibiera en Bogotá al secretario de Defensa, James Mattis, el Pentágono informó de su intención de mandar un buque hospital a la región, aunque no desveló cuál sería y se limitó a decir que estaban barajando dos opciones: el SNS Mercy y el USNS Comfort.
El USNS Comfort, además de más de mil camas, cuenta con una docena de salas de operación, servicios radiológicos digitales, un laboratorio y una farmacia; al igual que un helipuerto habilitado para el aterrizaje de aeronaves de gran tamaño.
El Departamento de Defensa ha señalado que, a partir de septiembre, este barco podrá ofrecer tratamiento a «miles» de personas que se encuentran en peligro de vida o muerte.
«Miembros de las Fuerzas Armadas y profesionales médicos trabajarán junto con los socios regionales para apoyar sus esfuerzos que incluyen, entre otros, hacer frente a al impacto de la crisis humanitaria venezolana», señaló el Pentágono en un comunicado divulgado el viernes.
Desde el Pentágono explicaron a Efe que el USNS Comfort sólo contará con personal civil y que los militares involucrados en la operación apenas tomarán parte en labores de coordinación desde tierra.
El USNS Comfort ya estuvo desplegado en aguas del Pacífico colombiano en 2015, cuando echó ancla en el puerto de Buenaventura, en el suroeste del país, y será el sexto buque hospital desplegado por la Armada en la región desde 2007.