TECNOLOGÍA

La razón por la cual Paul Allen odiaba trabajar con Bill Gates

La autobiografía de Paul Allen "Iden Man"

La razón por la cual Paul Allen odiaba trabajar con Bill Gates
El fundador de Microsoft, Paul Allen JY

Los fundadores de Microsoft tenían personalidades muy diferentes, pero sus temperamentos y sus formas de manejar las emociones ante las situaciones de estrés son las que más destacó Paul Allen en su autobiografía «Idea Man» publicada en el año 2011.(Muere a los 65 años Paul Allen, el hombre que fundó Microsoft junto a Bill Gates)

Allen en un fragmento destaca la disciplina de su socio, saí como la habilidad que tenía para concentrarse.

«Mientras que yo tenía curiosidad por estudiar cualquier cosa que veía, Bill se concentraba en un asunto por vez con total disciplina. Se podía ver cuando programaba: se sentaba con un marcador entre los dientes, golpeteaba los pies y se balanceaba, insensible a la distracción. Tenía una manera única de teclear, como una suerte de cruce lateral con seis dedos.

Hay una famosa fotografía de Bill y mía en la sala de computación poco después de que nos conocimos. Yo estoy sentado a una silla con respaldo frente al teleprinter, con un saco de corderoy verde y un sweater de cuello alto. Bill está de pie a mi lado en una camisa a cuadros, su cabeza ladeada, atento, sus ojos sobre la impresora mientras yo escribo. Parece aun más chico de lo que era en realidad. Yo parezco un hermano mayor, que era algo que Bill no tenía.» (Bill Gates invierte millones en mosquitos que se exterminarán al practicar sexo )

Paul también describe lo desgastante que era el trabajo cotidiano con Bill, por la manera que tenía este último para afrontar las discusiones que llevarían finalmente a la toma de decisiones.

«Bill necesitaba poner cierre [a las discusiones], y podía insistir hasta que lo lograba; en principio, yo me rehusaba a conceder si no estaba de acuerdo. Y así pasábamos horas, hasta que yo hablaba casi tan alto y me enrollaba como Bill. Odiaba esa sensación. Y aunque no podía ceder si no estaba convencido por los méritos, a veces tenía que detenerme por pura fatiga. Recuerdo una discusión acalorada que duró eternamente, hasta que dije:

-Bill, esto no va para ningún lado. Me voy a casa.
Y Bill dijo:

-No puedes parar ahora. ¡Todavía no nos pusimos de acuerdo!

-No, Bill, no entiendes. Estoy tan molesto que no puedo seguir hablando. Necesito calmarme. Me voy.
Bill me siguió mientras salía de su oficina, por el pasillo, hasta el borde del elevador. Todavía hablaba

-«¡Pero no hemos resuelto nada!»- cuando las puertas del ascensor se cerraron entre nosotros.

Yo era Don Fuego Lento, como Walter Matthau para el Jack Lemmon de Bill. Cuando me enojaba, me quedaba enojado durante semanas. No sé si Bill percibía mi tensión, pero el resto del mundo lo hacía. Algunos dicen que el estilo de gerencia de Bill fue un ingrediente crucial para el éxito temprano de Microsoft, pero para mí eso no tenía sentido. ¿Por qué no podría ser más efectivo tener una conversación urbana y racional? ¿Por qué necesitábamos peleas demoledoras, interminables? (Las startups de Silicon Valley en las que Bill Gates está inviertiendo)

¿Por qué, simplemente, no resolver el problema con lógica y seguir adelante?»

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