El billete ganador de los 1.600 millones de dólares en la lotería Mega Millions, el premio más grande de la historia, fue vendido en Carolina de Sur, Estados Unidos, según informó el sito Lottery. (Ni te imaginas lo que ha pasado este fin de semana con este número de la Lotería Nacional)
El ganador, que acertó lo seis números (5, 28, 62, 65 y 70, además de la Mega Ball 5) en el sorteo realizado el martes, tendrá hasta 180 días para reclamar el premio.
No se conocen, al momento, más detalles sobre la persona física que ha logrado hacerse de una fortuna multimillonaria, ni tampoco se sabe si el billete pudo haber sido compartido.
Tomó tres meses y 25 sorteos hallar a un ganador para el gran pozo. Las chances de ganarlo eran de hecho muy bajas: 1 en 303 millones.
El o los ganadores tendrán dos opciones para reclamar el premio. Pueden recibir un cheque inmediatamente, pero por «apenas» 913 millones de dólares, o recibir los 1.600 millones en 30 pagos anuales con un interés del 5% anual. Esto equivale a recibir 50 millones al año durante tres décadas.
Luego de recibir el dinero, restará pagar los impuestos correspondientes, tanto a nivel federal (24%) como estatal (7% para Carolina del Sur). Es decir que, partiendo de la opción del efectivo, se deberán desembolsar 283 millones de dólares para el fisco.
Si se elije, en cambio, el pago en anualidades, esto alcanzaría a 496 millones de dólares. (Un tailandés decepcionado se prende fuego en un templo budista por no ganar la lotería)
A estos tributos, aplicados instantáneamente al momento de entregar el dinero, deberá sumarse el impuesto a las ganancias, que en Estados Unidos es progresivo y alcanza en este nivel el 37%. El 24% retenido inicialmente ya cuenta para este monto, por lo que se deberá pagar un 13% extra, es decir otros 118 millones de dólares para la opción efectivo y 208 millones para las anualidades.
¿Cuánto recibirá él o los ganadores finalmente en el bolsillo? Serán «sólo» 512 millones de dólares en la opción efectivo, y 896 millones para la opción en anualidades, sin calcular intereses.