Los amigos llegaron al complejo de apartamentos por la noche. Hablaban animadamente y respiraban el ambiente festivo de Halloween, cuando vieron un objeto extraño a la distancia, en el patio trasero.
Se acercaron. Parecía una cabeza.
«Es una broma de Halloween», pensaron. Pero, cuando la inspeccionaron, se dieron cuenta de la macabra verdad: era la cabeza de una persona que había sido decapitada.
Horrorizados, la levantaron y la llevaron a la Policía, según contó Johnna Watson, oficial de la fuerza en la ciudad de Oakland, California, a la agencia AP.
«Debo decir que en mis años de servicio, nunca había visto que llevaran un cráneo a una estación de policía», confesó el sargento Michael Cardoza a la cadena KGO-TV.
Inmediatamente comenzaron los interrogatorios a los vecinos del complejo. Ninguno parecía involucrado.
Si bien un examen preliminar de la cabeza evidenciaba un avanzado estado de descomposición, aún no pudieron precisar cuánto tiempo pasó allí.
La principal hipótesis es que su hallazgo puede estar vinculado a la aparición de un cuerpo decapitado a fines de septiembre, a pocas cuadras de distancia.
La investigación sigue abierta.