Un hombre mayor, que era abuelo desde hacía unos años, caminaba con dificultad.
Un derrame cerebral lo había dejado parcialmente lisiado en 2016.
Antes de ingresar a comprar pollo al Dixy’s Chicken de Rochdale, en el Gran Mánchester, Keith Maden apagó un cigarrillo. Entonces avanzó. (Echan de un geriátrico a un abuelo que pintaba pastillas de azul para venderlas como viagra)
Parado en la entrada estaba Jafar Ali, de 19 años, junto con un amigo. Maden le pidió que lo deje pasar.
Al joven no le gustó el tono. Luego diría que el otro lo insultó. «¿Por qué debería irme a la m…? ¿Por qué no te vas tú? Me quedo aquí si es lo que quiero», le respondió.
El hombre le dijo que tenía «problemas de actitud». Eso fue suficiente para que Ali le pegara un brutal puñetazo en el rostro.
Maden cayó al suelo inconsciente y se golpeó fuertemente la cabeza. Quedó inmóvil. «Te lo merecías», le dijo Ali, y se fue.
El abuelo no volvió a despertarse. Ingresó al hospital con rotura de cráneo y hemorragia cerebral. Murió al día siguiente. (Abuelo salva a su nieto del abrazo mortal de una pitón de más de cuatro metros)
El episodio ocurrió en septiembre del año pasado. Esta semana se difundieron varios videos del ataque en el juicio en el que Ali fue condenado a cuatro años y medio de prisión por homicidio culposo.