Almarosa Rodríguez Tenorio terminó muy mal sus vacaciones de ensueño. Había decidido hacer un recorrido por el Caribe abordo del Crucero Royal Princess, uno de los más lujosos del mundo.
Pero lo que debía ser un sueño se convirtió en una pesadilla: la madre y maestra voluntaria terminó muerta dentro de un bote salvavidas. (Siente los latidos del Amazonas a bordo de un crucero de lujo)
El FBI sospecha que pudo tratarse de un feminicidio y no de un simple accidente. Almarosa y su esposo planificaron sus vacaciones abordo de la embarcación. Debían ser unas vacaciones únicas.
Pero todo terminó de la peor manera cuando a los cuatro días, el 13 de noviembre, ella cayó de un balcón e impactó dentro de un bote. ¿O fue empujada?
Al parecer la caída se produjo luego de que ambos tuvieran un entredicho y comenzaran a discutir fuertemente. Los investigadores buscan la forma de determinar si efectivamente el marido de Tenorio la empujó al vacío provocándole la muerte inmediata. El FBI interrogó al hombre pero dijo que por el momento no era un sospechoso. (El crucero del sexo: 8 días en un paquebote de lujo con 2.100 ‘swingers’)
De acuerdo al periódico Diario.aw de Aruba, testigos afirmaron que Tenorio fue vista discutiendo con un hombre alrededor de las 4 am, minutos antes de caer desde el balcón. Incluso, los observadores informaron que la pelea pasó a mayores y hubo forcejeos. ¿También intentaron ahorcarla? Esa es una de las versiones que investigan los federales.
Las autoridades de Aruba -isla a la que arribó el crucero tras la muerte- están realizando la autopsia del cuerpo de Tenorio para determinar el tipo de heridas por las cuales murió y si el cadáver presenta indicios de golpes o ahorcamientos previos.
«El incidente se informó al FBI y las autoridades locales se reunieron y abordaron el barco al llegar a Aruba. Estamos cooperando plenamente con las autoridades investigadoras, incluido el FBI. Estamos profundamente tristes por este incidente y ofrecemos nuestras más sinceras condolencias a la familia y los afectados», fue el comunicado emitido por Princess Cruises, la empresa donde ocurrió el incidente.
Tony Rodríguez, el hermano de la víctima, describió a Almarosa como «una amada hija, hermana, madre y abuela, con un gran corazón. Su pasión era enseñar y trabajar con chicos. Tenía una personalidad vivaz con una sonrisa que podía iluminar toda una habitación».