Olivapalacios, empresa familiar dedicada a la producción de aceite de oliva virgen extra 100%, presentó a los medios de comunicación cómo se vive el principio de “envero”, la temporada en la que obtienen un millón de kilos de aceitunas de sus 50 mil olivos. Todo ello en la Finca Los Palacios, lugar en el que se procesa el mejor aceite de oliva virgen extra del mundo en la variedad picual: Palacio de los Olivos
Durante la visita en la que estuvo presente Periodista Digital, fuimos testigos del proceso de producción, observando la tecnología de la cual disponen desde la recogida de la aceituna hasta convertirla en el preciado “oro líquido” que tanto se consume a nivel mundial.
El Proceso
Tan solo al llegar a la Finca Los Palacios, vivimos en persona cada una de las fases del proceso de producción, en primer lugar, la recogida, en la cual los trabajadores utilizando unas grandes maquinas inteligentes que se encargan de agitar los olivos, ocasionando la caída de las aceitunas sobre una malla especial que evita el contacto del fruto con la tierra.(El Brunch de ensueño en la cabaña gourmet más famosa de Madrid)
Luego, se utilizan remolques de acero inoxidable encargados de transportar las aceitunas a la almazara que viene a ser el “laboratorio” donde se lleva a cabo el proceso de transformación.
Durante la fase Limpieza, se separa el fruto de las hojas, así como de cualquier otro elemento que pueda desprenderse del olivo, para eliminar así cualquier tipo de impureza. Pero, como se suele decir “en el campo nada se desperdicia” más las hojas y ramas se destinan a alimentar el ganado.
Lugo se pasa a la fase de Molienda y batido, es allí cuando la aceituna se muele para conseguir una masa, que posteriormente pasa a una batidora donde se homogeneiza.
Finalizando con la extracción, donde entra en acción el “decanter” un cilindro horizontal que por centrifugación separa el aceite del agua de vegetación y de los residuos sólidos (la pulpa y el hueso) que luego se utilizan como combustible.
El aceite resultante del trabajo previo del cilindro o centrifugadora horizontal, es enviado a una centrifugadora vertical que elimina las partículas en suspensión. En esta zona de la almazara se encuentra la fase más aromática del proceso, donde finalmente se obtiene el aceite de oliva virgen extra Palacio de Los Olivos que finalmente es almacenado en tanques con nitrógeno que permiten una mejor conservación.
Pero el EVOO World Ranking no le otorgó el premio al primer lugar en la variedad “picual” al aceite de oliva virgen extra Palacio de los Olivos y el séptimo lugar en todas las variedades de aceituna “solo” por llevar a cabo tal proceso, definitivamente para ser el mejor hay que hacer algo más.
Y precisamente eso le preguntamos a Raúl Mora, gerente de Olivapalacios, quien comentó que la diferencia está en los detalles.
“Es fundamental contar con los medios, tener una buena formación, buscamos los detalles mínimos, cuidar mucho el árbol, que esté sin ninguna enfermedad, haciendo los procesos de mantenimiento, cuidar las temperaturas, que el envasado esté perfecto, es que todo el proceso es muy delicado, hay que ser muy cuidadoso con los detalles porque el producto final tiene que agradar a la gente”
Muchas de las empresas exitosas han llegado a tal nivel por la capacidad que muestra el máximo responsable en involucrarse y conocer cada detalle del proceso, este es el caso de Raúl Mora en Olivapalacios “todos los procesos los conozco a la perfección, los sé hacer, tengo la formación para ello” y está claro que no es de los gerentes que se quedan en el escritorio “hay que hacer los dos roles, solo oficina no funciona y solo campo tampoco, hay que estar en los dos ámbitos y hay que hacerlo bien, cuando toca oficina hay que hacer oficina y cuando toca campo hay que estar allí”.
Respecto de cómo Olivapalacios ha llegado a ser el número uno, el mensaje es claro, los premios no llegan por casualidad, se está realizando un trabajo a conciencia “La clave es marcarse los objetivos, conocer muy bien el mercado, pero hay que hacer mucho énfasis en la formación ‘formación, formación, formación’”.
El producto
El aceite de oliva virgen extra Palacio de los Olivos, al ser de la variedad picual, tiene una gran personalidad, ya que presenta unos matices sensoriales muy definidos que lo hacen fácilmente identificable. Se trata de un aceite muy frutado, fragante con notas positivas de amargo y picante.(Mejores chocolates gourmet del mundo)
Palacio de los Olivos es un producto gourmet, que cuenta con el amargor y el picor como atributos particulares en el sabor, a la vez que transmite el aroma verde con sabor a higuera, hierba fresca y tomate, y con toques de almendra, plátano y manzana entre otros, es que una vez pruebas el amargor y el picor que caracteriza al Palacio de los Olivos resulta muy difícil dejar de consumir un producto cargado de tantas sensaciones y de calidad.
En cuanto a los beneficios, un aceite de oliva virgen extra de la calidad de Palacio de los Olivos aporta un alto contenido en polifenoles, potentes antioxidantes que ayudan a evitar la oxidación de las grasas en nuestra sangre y la formación de placas de ateroma en los vasos.
También en ácido oleico, beneficioso sobre la salud cardiovascular y hepática, y en Oleocantal, un agente antiinflamatorio natural muy potente. Además, su composición intrínseca es especialmente equilibrada, también cuenta con ácido graso monoinsaturado de alto interés nutricional, un bajo contenido en ácido linoleico y un nivel alto tocoferoles (vitamina E).
El Mercado
Olivapalacios vendió en 2017 alrededor de 160 mil litros de aceite de oliva virgen extra, 30% en el mercado nacional. Destinando un 40% a Madrid, 20% se vende en Castilla de la Mancha, 15% en Cataluña y otro 25% en el resto de España. El producto, al ser de alto estándar, se comercializa en supermercados como el Corte Inglés, Sánchez Romero y Makro, este último por estar vinculado al sector hostelero.(Este es el listado definitivo para saber si el aceite que compras es realmente virgen extra)
Pero no solo llevan el producto terminado a las cadenas de supermercados, pues en lo referente a la clasificación por clientes, Olivapalacios vende más del 60% de su producto a granel, pero el gerente de ventas y exportación Luis Rubio, asegura que la empresa tiene como objetivo revertir tal situación, por lo que están articulando estrategias para ello.
Volviendo al destino de ventas, el mercado internacional es la principal fuente de ingresos de la empresa, pues Olivapalacios exporta el 70% de su producto, “el mercado más atractivo ahora mismo es el sudeste asiático, fundamentalmente Taiwán y Corea del Sur, pero desde hace poco nos hemos introducido en Brasil, y tenemos expectativas muy buenas con Paraguay” añadió Luis Rubio.
Las ventas en el extranjero están divididas 50/50 entre América y Asia. Del total de América, un 60% se vende en EE.UU., mientras que a Latinoamérica se envía el otro 40%. Pero Rubio confiesa que el objetivo de Olivapalacios en los próximos años es revertir la situación y aumentar la apuesta por el mercado Sudamericano.
En el mercado asiático, un 70% del producto se lo lleva Taiwán, que se puede considerar como la “gallina de los huevos de oro”, donde se conoce y se cuida muy bien el producto “Taiwán es una sociedad que aprecia mucho el producto de calidad y lo cuida muy bien, hay supermercados que son espectaculares, donde llegas al lineal y hay un merchandiser que nos recomienda, hay una concepción muy buena del producto como marca “Premium” y por eso está funcionando muy bien. El otro 30% que se vende en Asia se lo dividen Japón, Corea del Sur y Vietnam.(Los españoles consumimos casi un 20% menos de aceite de oliva que hace 6 años)
El gran reto por el momento es China, donde no hay mucha cultura del aceite de oliva en general, “se utiliza el producto más para fines cosméticos que para otra cosa”, comenta Rubio, añadiendo que mantienen las esperanzas de que el producto funcione en el gigante asiático “China es un monstruo, esperamos que aunque sea una pequeña proporción de esa gran cantidad de habitantes conozcan el producto y seguimos intentando entrar, porque cada vez más los productos europeos entran en la cultura china”.