Un estudiante de 16 años de una escuela secundaria de Indiana le dijo a la policía que él asesinó a puñaladas a una compañera de escuela de 17 años porque ella estaba embarazada de su hijo y no se lo dijo a tiempo para hacerse un aborto.
Aaron Trejo, jugador del equipo de fútbol americano de Mishawaka High School, enfrenta cargos de homicidio y será juzgado como adulto en el mismo poblado de Mishawaka, 130 kilómetros al este de Chicago.(Un niño de 3 años asesina a sangre fría a su hermana de 4 con una pistola que encontró en casa de su abuela)
El cadáver de Breana Rouhselang, embarazada de seis meses, apareció el domingo en un tanque de basura al fondo del restaurante Pasquale Rulli’s. De acuerdo con la policía, el restaurante no tiene ningún vínculo con el crimen y fue sólo el sitio de conveniencia donde el asesino pudo deshacerse del cadáver.(La bestial represalia contra el niño que casi asesina a Mussolini: «No duró ni un minuto y medio»)
Breana murió a consecuencia de múltiples heridas de cuchillo, indica la autopsia, y su bufanda estaba lo suficientemente ajustada al cuello como para asfixiarla, de acuerdo con el reporte policial que cita el Canal 7 de la cadena ABC en Indiana.
Trejo le dijo a la policía que llevaba una semana preparándose para matarla, que lo había pensado todo, y que por eso llevó el cuchillo cuando fue a encontrarse con ella para hablar del embarazo.
El estado de Indiana prohíbe el aborto después de cumplida la vigésima semana de gestación.(«Para mi no es una niña de 10 años, es la asesina que mató a mi hijo»)
El crimen ocurrió al final de una discusión entre ambos, según las confesiones del acusado citadas por la policía. En su reporte del caso, parcialmente reproducido por el Canal 16 local WNDU, el investigador Gerry Mullins escribe que inicialmente Trejo negó haberla matado, y que el interrogatorio continuó como sigue:
Tras un breve receso, yo, el detective Mullins, empecé a hacerle preguntas a Aaron y lo confronté con el hecho de que la evidencia física no iba a respaldar su historia y que sospechaba que sabía más de lo que estaba diciendo.
Hubo varias pausas, hasta que le pregunté si la discusión había sido por el embarazo. Aaron Trejo dijo en voz baja: ‘Sí’. Luego explicó que Breana había esperado demasiado para contarle del embarazo y ya no podía abortar. Le pregunté a Aaron qué había hecho él entonces, y respondió: ‘Tomé medidas … le quité la vida.
Y continúa: «Aaron Trejo dijo que había estado planeando y pensando en matar a Breana y al bebé durante aproximadamente una semana, y que no se lo había dicho a nadie. Aaron Trejo dijo que después de poner el cuerpo de Breana en el basurero, fue hasta el río y arrojó el teléfono de Breana y su cuchillo tan lejos como pudo«.
Breana vivía con su madre biológica a pocas cuadras del restaurante. La mujer le contó a la policía que antes de salir de la casa a las 11 de la noche del sábado, Breana le dijo que iba a encontrarse con el padre de la criatura muy cerca de allí.
Al despertarse a la 1:00 de la madrugada y ver que su hija no estaba allí, fue a la casa de Trejo, quien le dijo que nunca había llegado a encontrarse con Breana y que ella había perdido el teléfono celular. A las 4:30 de la mañana del domingo llamó a la policía, que inició la búsqueda en los alrededores hasta encontrar el cuerpo en el tanque de basura.(Asesina a su novio, lo licúa y lo sirve al estilo paella en un restaurante)
Los estudiantes de Mishawaka High School hicieron el lunes una vigilia en memoria de Breana. «Ella no se merecía esto«, le dijo uno de ellos, Alexis Humphries, al noticiero 57 News local de la cadena ABC.
El superintendente escolar de Mishawaka, Dean Speicher, le dijo a South Bend Tribune que Breana y Trejo estudiaban juntos desde la escuela primaria, pero no supo decir si mantenían una relación sentimental. En sus cuentas de Facebook, él aparecía como soltero, y ella no había llenado esa parte.
El padre de la víctima, Dave Rouhselang, abrió con su actual esposa, Nicole, una cuenta en GoFundMe para recaudar fondos que les permitan costear los funerales.